EL MILAGRO COREANO

Este es el primero de una serie de post donde os explicaré cómo mantener nuestra piel limpia, sana, hidratada y más joven que nuestro carnet de identidad, por poco dinero.

Las mujeres occidentales tendemos a usar cosméticos con múltiples compuestos, con la esperanza de que le vaya bien a nuestro tipo de piel. Lo malo es que la mayoría de nosotras: 

Por lo tanto, los resultados suelen variar entre "me va bien" ( = no me hace reacciones raras y me deja suavecita) y "es una crema buenísima" ( = espero que haga algo, con el dineral que me cuesta).

En el otro extremo del mundo, mujeres coreanas como tú y como yo han aprendido a diseñar tratamientos personalizados. Hacer lo básico es muy sencillo y los resultados se ven a simple vista en una semana o menos.

Pues sin verte la cara no te sabría decir, pero hay varias cosas que sí puedo asegurarte:

Dicho lo cual, necesitas limpiar, proteger e hidratar. Comencemos por ahí.

La base de todo esto es:

La limpieza doble es muy fácil: se trata de limpiarse la piel primero con aceite y luego con jabón de ph ácido. El aceite se lleva los residuos grasos de la piel como maquillaje, crema solar y grasa. El jabón de ph ácido limpia el posible residuo del aceite, respetando el manto ácido de tu piel. 

Es imprescindible que el jabón sea de PH ácido: lo debe poner bien claro en el bote; si no lo pone, asume que es básico o pásale una tira medidora de PH que encontrarás en cualquier farmacia.

¿Y si tengo la piel muy grasa? La grasa es la defensa que algunos tipos de piel utilizan para no deshidratarse, protegiendo la piel con bien de aceite para que el agua no escape.  

La limpieza doble se debe hacer todas las noches, para quitar los restos de crema solar, maquillaje, grasa y polución. En una semana escasa verás resultados MUY EVIDENTES.

Este jabón es granulado, perfecto para viajar y no se desperdicia nada.

Éste es un jabón clásico, de Neutrógena, fácil de encontrar en tiendas físicas.

Este aceite limpiador basado en arroz es cero grasiento.

Y este aceite huele riquísimo a manzana, que dan ganas de comértelo.

Hasta aquí, lo básico e imprescindible. En el próximo capítulo os hablaré de las cremas solares y de cómo usar los ácidos para exfoliarnos.